EL TESORO MAS GRANDE

Desde que el ser humano tiene uso de razón se cuestiona cosas acerca del mundo exterior. ¿De dónde venimos?, ¿hacia dónde vamos? resultan las más simples y al vez más profundas inquietudes sobre la vida. Es obvio que la respuesta es compleja y sigue siendo tan esquiva como en tiempos inmemoriables. Sin embargo, está claro que el hombre desde que nace debe observar, razonar, aprender y tratar de dejar algo a las generaciones posteriores en su pasaje por este mundo. Para que ello sea posible, es menenster que interatúe con sus semejantes. En ese punto hemos dado el salto de calidad necesario para dejar de ser un cúmulo de voluntades sin destino y transformarnos en un grupo.

Lo vivido anoche no tiene palabras. Para algunos habrá significado simplemente pasar un buen rato con la gente de fútbol, con conocidos o incluso con algún amigo. Para otros, tan solo un grato momento junto a desconocidos. Sin embargo, lo de ayer fue el resultado de la conjunción de muchas cosas, el sacrificio de los entrenamientos, la renuncia a estar más tiempo con los amigos, los seres queridos, el empeño y el afán por superarse, la ilusión de crear algo distinto y nuevo, algo realmente propio, algo a lo cual abrazarse, algo en lo que depositar esperanzas de un cambio. Seguramente no se percataron, posiblemente no fue tan obvio, pero créanme que asi fue. Entre cerveza y cerveza, entre pizza y pizza se achicaron las distancias existentes entre nosotros, los nuevos se sumaron a los viejos, los tímidos hablaron como si no tuvieran vergüenza, no hubo caciques, ni hubo indios, los chistes eran de unos y de otros... Cada minuto que pasaba la interacción se hizo más fluida.

La verdad, me fui muy contento, con una sensación de alegría de trabajo realizado, con esa felicidad que se siente al recibir la nota esperada en un final. Hemos logrado el campeonato. Hemos llegado a la meta sin habérnoslo propuesto, hemos demostrado que es posible armar un grupo que incluya a todos sin excluir a nadie. Ese tesoro vale más que un trofeo futbolero, que una medalla de campeón, de goleador o de fair play. Ese tesoro es equivalente a decir, somos buena gente, no somos sectarios y cualquiera es bienvenido. En los tiempos individualistas que corren vale más de lo que parece. Que no decaiga y sigamos por este camino que nos va a traer muchos frutos. Ver como se comportaron anoche me llenó de orgullo.

¡Felicitaciones Campeones, lo han logrado!

Disculpen el tono de la retórica, pero aún siento el sabor de la cebada en mi cabeza... Abrazo de gol,

Charlie