sábado, 12 de abril de 2008

UNA LECCIÓN NAPOLEÓNICA

Napoleón Bonaparte es sin duda uno de los personajes más intrincados de la historia, con facetas contrapuestas pero ciertamente interesantes. Alabado por los franceces, adorado por los campesinos de su época, criticado por el resto de Europa, considerado un dictador infame, un anticritso por sus rivales, su visión del mundo fue sin dudas, revolucionaria. A lo largo de la historia ha sido reconocido tanto por su gran capacidad como estratega para planificar sus batallas, como por prestar exagerada atención a los más simples detalles, pues creía que de ellos dependía el desarrollo de los acontecimientos. Sin embargo, su virtud más aclamada ha sido su tenacidad y empeño en conseguir sus objetivos. En ese sentido, tanto era el respeto que sentían sus rivales hacia su persona que tras ser derrotado en 1813 en la batalla de las Naciones en Leipzig a manos de la coalición internacional, fue recluido a la isla italina de Elba, sobre la cual se le otorgó plena sobrenía, jamás un vencido fue beneficiado con algo similar. Los sabios son los que buscan la sabiduría; los necios piensan ya haberla encontrado dijo antes de planear su retorno al poder sentado en la playa en Elba. Un hombre reflexivo que sabía aprender de sus errores. Lejos de sentirse abatido, se levantó nuevamente aprovechando el desconcierto en la casa de los Borbones y retomó el poder en una muestra de su hábil visión política, pues consideraba que lo imposible es el fantasma de los tímidos y el refugio de los cobardes. El equipo de Exactas que esta tarde se enfrentó a su par de Derecho en una batalla tan desigual como la de Waterloo, será, sin dudas, un conjunto napoleónico, que sabrá aprender la lección dada por el combinado letrado. Esta vez el corazón, la entrega, la garra y las ansias de revancha no pudieron aplacar la furia goleadora de los grises de Barrio Norte ni de su temible y admirable delantero. Sin embargo, al igual que Napoleón, aprenderemos de nuestros errores, nos recluiremos un tiempo y volveremos a presentar batalla.

Primer Tiempo
El equipo tricolor salió decidido a hacerse fuerte en campo rival, la idea original era buscar el triunfo desde el arranque. Sin embargo, nos topamos con adversario netamente superior, tanto individual como colectivamente. Cada vez que un jugador tricolor tomaba la pelota, tenía tres hombres de Derecho encima, estaban en todos lados. Tuvieron un despliegue envidiable, corrieron, metieron como nuca y todos, absolutamete todos los rebotes fueron para ellos. Intentamos hacer lo que sabemos, tocar el balón, hacerlo circular, rotar en ataque, pero fue imposible. En este contexto, a los 11 minutos el jugador más peligroso de la cancha, un fuera de serie a quien conocíamos de antemano, sacó un cm de ventaja y puso el 1 a 0. Cinco minutos después, se repitió la historia, otra vez Roitman y 2 a 0. El equipo no bajó los brazos, metió y siguió buscando. En la primera clara que tuvimos, González acortó distancias y puso el partido 2 a 1. El encuentro paraceía más accesible, manejamos el balón en los útimos 10 pero no bastó.

Segundo Tiempo
Salimos decididos a buscarlo, nos plantamos más arriba y presionamos en todos lados. Cuando parecía que el empate era inminente, la figura de la cancha tuvo otro cm de ventaja y llevándose a la rastra a todala defensa tricolor, marcó el 3 a 1. Arriesgamos más, pusimos línea de tres, más gente arriba, dos enganches, tuvimos algunas pero la diferencia física fue notable, eran 1 segundo más rápidos que nosotros, como si fueran fotones en vez de personas. El colorado Roitman tuvo 2 más y obviamente no falló, eso sumado a un penal dudoso a favor de los letrados sentenciaron el 6 a 1 en contra final. Un resultado que para un extraño a este blog puede sonar catastrófico, lapidario e incluso inhumano. La verdad es que no fue tan así. Como hablamos en la charla previa, un error te puede catapultar al éxito o sepultar en el fracaso, al menos así lo entiende Klinsmann. Lo de hoy no fue un error, fue una virtud llamada Roitman, un jugador de otra clase. Se bancó todas las patadas, no se quejó y jamás hizo una de más. Ningún rival se burló ni se agrandó con el partido definido. Hay que sacarse el sombrero frente a esa actitud y felicitar a un digno contrincante como el de hoy. Primera derrota en el último partido de esta era. No importa. Fueron superiores, física, individual, colectiva y técnicamente. En síntesis, fueron superiores. Hay que saber perder y sacar en limpio lo bueno y lo malo. Somos científicos, seguro que como Napoleón, lo haremos y estaremos de nuevo dando batalla a los poderosos.

Se terminó el sueño de la pretemporada, fin para la era Zotelo. Estoy muy agradecido por la buena voluntad, la predisposición, el trabajo, la buena onda y la seriedad con la que se tomaron los entrenamientos. Quisiera que con el tiempo se valore lo que hicimos en estos 2 largos y duros meses. Que se recuerde este verano como una etapa en la que se trabajó seriamente, en grupo, en un ambiente distendiso y ameno. Me brindé por completo para que el fútbol de Exactas se levante del letargo en el que estaba inmerso, ustedes respondieron y entre todos lo logramos. Tuvimos el apoyo de Nico que fue fundamental en la parte humana y en la física. Hicimos un gran campeonato, pusimos lo mejor de nosotros en cada partido y tuvimos grandes premios por ello. Salimos cuartos, no hay que sentir vergüenza ni por eso, ni por el resultado de hoy. Al contrario hay que estar orgullosos. En el planeta fútbol se instaló la idea de que lo único que importa es la victoria, que sólo los que ganan son los mejores. Eso es una mentira gigante y puedo demostrarlo. Piensen un equipo mundialista que sea sinónimo de revolución táctica, de pensar en el arco rival, de buen fútbol, efectividad, que haya sido imitado hasta el hartazgo y que conceptualmente haya tenido las cosas claras... Algunos pensarán en Brasil del '70, otros en Argentina '86... No, se equivocan, es Holanda '74, el fútbol total, la Naranja Mecánica, un equipo completo como ninguno, sin embrago nunca fue campeón. Todas las frases absolutistas son falaces. Por ello, ahora nos queda capitalizar lo bueno y proyectarlo al futuro. Si a fines del año pasado nos hubieran dicho que estaríamos en este lugar hoy en día, nadie lo hubiera creído. Festejemos lo que tanto nos costó conseguir, aprendamos las lecciones que haya que aprender, sigamos trabajando seriamente con mucha intesidad que por este sendero vamos a llegar lejos. En lo que a mi respecta, como dijo don Marcelo, me quedé sin energía, di todo de mí. Ahora quiero descansar y olvidarme de la pelota, las pecheras, seleccionar el material de las entrevistas, armar amistosos, encargarme del blog, los mails, las convocatorias, sentirme mal por dejar a uno de ustedes afuera, no dormir la noche previa a los partidos, etc. Fue hermoso mientras duró, y fui muy feliz haciéndolo, pero también consume mucho la cabeza. El fútbol es simplemente un juego, un deporte, ya lo sé, pero algunos lo vivimos apasionadamente. Quiero despejarme y disfrutar de Felicitas. Para jugar al fútbol tengo el resto de mi vida, para verla crecer, sólo este momento.

ABRAZO DE GOL PARA TODOS
Y CADA UNO DE USTEDES


MUCHAS
GRACIAS POR TODO



Nos veremos pronto,

Charlie

7 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
J dijo...

Los pies sobre la tierra.

Aristóteles pretendió llegar al conocimiento de las cosas, a qué son, a conocer sus causa. Esto lo llevó a formular la necesidad del saber científico, de la ciencia. Y en algún lugar de ese camino estamos todos nosotros: algunos con rutilantes postdoctorados obtenidos en prestigiosas universidades del mundo; otros recién empezando el largo y fatigoso camino de la ciencia.

“Soy amigo de Platón, pero más amigo de la verdad” decía el Filósofo. Aprovechemos este trago amargo que nos propinó el Colorado Roitman y sus secuaces para aplicar, como científicos que somos/seremos el método inductivo, la lógica formal, y el método científico, y hagámonos amigos de la verdad, después de la fría tarde de definición de campeonato.

Hemos jugado en equipo y nos hemos sentido un equipo. Lo hemos llamado el “tricolor”, el “equipo laplaciano”, últimamente “conjunto napoleónico”. Y también hemos caracterizado las sorprendentes victorias que obtuvimos como “verdaderas epopeyas”. Pero no debemos perder de vista nuestra estatura real de equipo en formación. De equipo que muchas veces va de punto antes que de banca. De equipo con "historiar negativo".

Hoy nos pasaron literalmente por arriba. ¿Siempre será así contra un equipo como Derecho? No necesariamente, pero definitivamente tenemos que trabajar más para evitarlo.
¿Tenemos que estar en condiciones de correr como aviones para ganarles? Tampoco: podemos tratar de ser más inteligentes, de aplicar un poco más de neurona, dado que las entrenamos tanto.
¿Fue una ilusión óptica la performance en este torneo? Menos: conseguimos cosa importantes con méritos reales, no con milagros.
¿Podemos tener un equipo más competitivo? Seguro. Los fundamentos que tan bien dejó establecidos Charlie, el entusiasmo que deja entrever Darío dan espacio para creer.

Y, admitámoslo también para nuestro consuelo, que hoy hubo un jugador de otra categoría en la cancha. Observándolo, me recuerdo de un chiste que contaba uno de nuestros filósofos nacionales, que no será de la talla de Aristóteles (pero casi). Diría el Negro Fontanarrosa: “Viendo jugar un tipo como éste, me doy cuenta que yo tengo dos problemas para jugar al fútbol. Uno es la pierna izquierda. El otro es la pierna derecha.”

Y ya que estamos citando a personajes vernáculos, me quedo para el final con una frase que una vez le escuché decir a otro Negro, Alejandro Dolina:

“Uno juega mejor con sus amigos. Ellos serán generosos, lo ayudarán, lo comprenderán, lo alentarán y lo perdonarán. Un equipo de hombres que se respetan y se quieren es invencible. Y si no lo es, más vale compartir la derrota con los amigos, que la victoria con los extraños o los indeseables.”

Prefiero haber compartido esta derrota con ustedes. Y es en estos términos que creo, sin dudas, que llegaremos a ser un equipo invencible.

Anónimo dijo...

A mi no me importa el rival, ni ganar o perder. No me afectan esas variables. Para mi lo importante es mejorar como equipo e individualmente.

Lo importante entonces fue toda esta pretemporada de la mano de Charlie. Es por eso que les doy las gracias a todo el equipo y a Charlie y Nico especialmente.

No voy a poder estar para lo que viene porque no estoy en un estado de salud adecuado para la práctica deportiva. Asi que mi apoyo será a distancia.

Abrazo

Augusto

Federico dijo...

Gracias Charlie.

Federico Coluccio

J dijo...

Coincidiendo en el fin de semana en que el equipo laplaciano mordió el polvo de la derrota, por lo menos hay 8 almas que hoy tendrán un jirón de felicidad. Andrés M, los Mirabelli, Tomás, Mariano Barros, Ezequiel, algún otro, hoy estarán un poco menos amargados: ganó Racing.

Bruno. dijo...

Charlie, gracias totales!

A por mas victorias, un mejor grupo y dos equipos en el torneo.

Saludos, Bruno.

dcastro dijo...

Personalmente me quedé con mucha bronca después de la derrota del sábado. Como dice Charlie, para mí nos ganaron bien, jugaron mejor, aparecieron cuando tenían que aparecer y demostraron que son un muy buen equipo. Creo que esto nos va a dejar muchas enseñanzas (a mí particularmente me dejó varias) y no veo la hora de tener revancha. De todas formas creo que lo hecho en estos meses es para destacar y nos hace arrancar el torneo con otras expectativas. Muchas gracias Charlie por tomar las riendas del tricolor cuando el equipo venía con un pronunciado bajón. Estoy seguro de que diste el puntapié inicial de un proceso que va a darle muchas alegrías a Exactas.